Dar para recibir

Últimamente he estado pensando en que debo dar apoyo para recibir lo que siempre busco: «La Paz espiritual»; sin ésta, no hay salud física, ni mental y estamos viviendo en un momento que debemos obtener ambas para seguir adelante.

Estamos viviendo momentos de desesperación, dolor, rencor, luto, temor, impotencia, odio, y todo lo negativo que se nos ocurra. Por eso, pienso en dar momentos de alivio, oasis de calma, espacios para respirar, meditar en nuestro caminar. ¿A dónde voy? ¿Qué huella quiero dejar? ¿A quién ayudo? He pasado meses cuestionando todo esto, se me vienen muchas ideas a la cabeza y cuando rezo siempre es la misma respuesta: «ayuda a los demás» ¿Cómo? con la experiencia. Siempre me he preguntado si todo lo que he vivido tiene sentido, hoy lo entiendo. Hoy tiene sentido, hoy sé porque en mis 50 años he pasado por todo lo que he pasado.

El dolor del luto lo he vivido de muchas y diferentes maneras: Asesinatos de seres muy queridos por: Asaltos, secuestros, drogas, abortos, guerra. Muertes de seres muy queridos por terremotos, accidentes de transito, suicidios y enfermedades. ¿De cuántas personas estoy hablando? más de 30 seres muy queridos, entre familiares y amigos. Una vez una amiga me comentó que ella solo tenía una persona muerta conocida y era su abuela; esto me lo contó hace unos 20 años y en ese momento me afectó tanto su comentario porque para mi en ese momento yo ya llevaba enterrando más de 19 personas amadas. Me afectó mucho comparar que éramos dos personas casi de la misma edad, mismo sexo, latinas (diferentes países), casi mismo estilo de vida, pero con dos experiencias totalmente diferentes de vivir.

A mis 50 años he vivido y experimentado el dolor de la enfermedad, terremotos, guerra civil, éxodo, «bullying», muerte y otras cosas más. ¿Son muchos golpes verdad? si, lo son, pero todo lo he superado, unas más difíciles que otras obviamente, unas con más trauma que otras, pero superadas o aceptadas. ¿Cómo? solo hay una respuesta: CAMINANDO CON JESÚS DE LA MANO, sí, así de sencillo. Lo difícil es ACEPTARLO, CREERLE Y DEJARSE GUIAR porque uno quiere ser siempre el que maneje la barca y no nos corresponde hacerlo. Somos huéspedes del Señor en este mundo y como huéspedes debemos de dejar que el dueño de la casa nos atienda y nos guíe.

Él es el consuelo divino. Nos demuestra que todos tenemos un propósito en esta vida y no podemos irnos de este mundo sin dar y practicar ese propósito. Entonces, veo la luz y aunque me haya costado entender que debo hacer, lo pondré en practica. Ayudar a los demás con un consuelo que viene del cielo. Quién desee ser escuchado, sin juzgar, puede acudir a mi. Puedo hacerlo, además de orar por sus peticiones puedo escucharlos. Hace unos años la tecnología no estaba en lo lugar que se encuentra ahora y por medio de las llamadas o reuniones por aplicaciones en internet hoy nos podemos conectar desde cualquier parte del mundo. Puedo hacerlo, sé que cuesta soltar, pero desahogarse con un extraño que sabe «algo de la vida» con experiencias, tiene sus ventajas; creo que me da un lugar en saber comprender el dolor ajeno, tener empatía, distinguir a las personas y sus situaciones, ayudar con un hombro donde llorar, soltar, apoyar y abrazar espiritualmente.

No trato de quitar el lugar y el respeto que el psicólogo y el psiquiatra tiene, porque son profesiones muy valiosas. Las respeto y las apoyo, mi intención es más, ser una amiga para ti que camina con Jesús de la mano.

Tampoco quiero que piensen: «que desgracia de vida la de esta mujer», porque no ha sido solo así. A parte de lo triste, he tenido muchas alegrías en mi vida, grandes alegrías e innumerables. Comenzando con «mis milagros», si han podido leer mis testimonios de vida, son el motor de mi día a día. Me siento bendecida, hija de Dios, consentida, amada terrenal y celestialmente. Hay mucho porque dar ¡GRACIAS!

Si te interesa platicar conmigo, escribeme a jesusdelamano11@gmail.com y dependiendo de la cantidad de personas interesadas podré organizar reuniones por zoom, individuales o por grupos, por horarios y país. Así pueda compartir mis experiencias para ayudarte en lo que pueda.

¡Bendiciones!

Deja un comentario